Es obvio que el vestidito negro, el little black dress, la petite robe noir, o como queramos llamarle, siempre estará de rabiosa actualidad. Un acierto seguro a la hora de invertir en un fondo de armario. Mi recomendación es hacerse con uno de corte clásico, de una buena firma que nos dure años. Las que siguen la tendencia más extrema es mejor buscarlos en low cost.
Esta temporada el LBD se reinterpreta de la manera más ochentera y femenina posible. Se ciñe a nuestras curvas, se llena de tachuelas y su largo sube de la rodilla unos cuantos centímetros y no me vengáis con el “yo no puedo, la barriguita, la cadera”, no, no y no. Cada una a marcar lo suyo, que sóis unas exageradas. Me gustan siempre o, casi siempre, con botín y cartera en mano. Mucho total black que podemos animar con algún complemento en color o metalizado.
Rebuscando en el baúl de las colecciones me han inspirado:
Ahí van mis propuestas para las noches de esta temporada:
LBD de Helmut Lang, bolso de Jimmy Choo para H&M y botín peep toe de Givenchy.
Vestido negro de Juyce Couture de bandas con perfecto de ante, combina con complementos en tonos vivos. ¿Os suena el bolso, verdad?, recuerda Angel Jackson.
Vestido de RM by Roland Mouret. Una buena pulsera es suficiente para completar el outfit. Si no es el 2.55, que sea un bolsito con cadena. Sandalia abotinada de Louboutin.
La propuesta de Alberta Ferretti con hombros decorados. en los pies botín metalizado de G. Zanotti. Clutch en rojo (YSL).
Propuestas más arriesgadas de la mano de:
Mi favorito, el look Balmain:
Vestido cuero Miu Miu, bota con multihebillas de Balmain, bolso de Angel Jackson.
Vestido de tachuelas de See by Chloé, clutch de Fendi y bota de Preen.
Vestido con cremallera central de Nathan Jensen, clutch de Stuart Weitzman y botín de charol de Louboutin.
¡Pues ya estáis listas para quemar la noche!
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