lunes, 7 de junio de 2010

CUTIS SECO


Toda piel requiere limpieza. Primero porque la piel es un órgano y sus funciones de desecho dejan la superficie del cutis sucia. Segundo porque el medio en que vivimos posee un grado de contaminación ambiental- mayor en algunas ciudades, menor en otras, pero casi siempre presente- que provoca que el cutis recoja impurezas de muy diversa índole; tercero porque el cutis se maquilla y hay , por consiguiente, que desmaquillarlo. La limpieza debe convertirse en un rito, en vez de ser tedioso, te proporcione unos minutos de relajamiento y de contacto contigo misma. Elige una leche limpiadora si tu cutis es graso o de normal a graso o bien una crema limpiadora si tu cutis es seco o de normal a seco.
Aplicación de la crema limpiadora sigue estos sencillos pasos:
• Aplicación suficiente producto sobre la cara para que puedas masajear con facilidad.
• Con los dedos índice, medio y anular de ambas manos describe movimientos circulares sobre la frente, mejillas y cuello.
• Alrededor de los ojos haz movimientos suaves, de las sienes hacia el lagrimal, luego sobre los párpados. Efectúa este masaje por espacios de un minuto, a fin de mezclar bien las impurezas con la crema, y lograr una limpieza efectiva.
• Retira la crema con un algodón humedecido con agua caliente, y has movimientos ascendentes en el cuello y frente, hacia fuera en las mejillas, y de las sienes hacia la nariz en los ojos.
• Si usas maquillaje, lo mas conveniente es limpiar el cutis una segunda vez para hacerlo a fondo.
Si el cutis es seco, o con tendencia a resecarse, procede a terminar tu limpieza con un algodón impregnado de loción refrescante o de té de manzanilla, y sobre la piel húmeda aplica cremas protectoras.Si el cutis es graso, o normal con zonas grasosas, después de tu limpieza con leche limpiadora lava el cutis con jabón blanco. Haz espuma y con ella de masaje a la piel, después enjuaga con agua tibia abundantemente hasta que el cutis quede libre de cualquier vestigio de jabón. Es importante que enjuagues muy bien, pues los residuos pueden provocar resequedad; para asegurarte, enjuaga tu cara varias veces.
No seques tu piel, solamente quita el exceso de agua y déjala húmeda. A la piel grasosa dale una limpieza final con un algodón impregnado de tónico o de té de menta, para controlar la grasa y cerrar los poros. Deja que la piel quede húmeda y así aplica tus cremas protectoras.
Sólo las pieles muy grasosas o con tendencia a producir puntos negros y barritos deben usar loción astringente que es más abrasiva y reseca el cutis.
Periódicamente es conveniente hacer exfoliación de la piel, a fin de levantar capas de células muertas y dejar en la superficie más joven, tersa y brillante. Para eso humedece la piel si no la lavas, o bien justo después de lavarla da un masaje el rostro y cuello con azúcar granulada o con granulitos de limpieza de alguna buena marca.
No es necesario frotar el cutis con exceso, simplemente da un masaje con movimientos circulares y siente cómo los granitos pulen la piel. Otro agente exfoliante es el estropajo sintético, que pule y estimula la piel.
Enjuaga en abundancia y luego protege la piel o bien ponte una mascarilla. Es muy recomendable una limpieza profunda y exfoliación antes de una mascarilla, así los beneficios son más notables.Hay que tener cuidado al hacer exfoliación a las pieles secas para no irritarlas o provocar capilares rotos; no debe de hacerse muy frecuentemente, digamos una vez cada 15 días. Las pieles normales pueden exfoliarse una vez por semana y las grasas, dos o tres veces por semana.

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