El blanco, por el contrario, aunque también es neutral, me parece que es más selectivo con respecto a sus compañeros cromáticos, ya que una combinación de él con un color igualmente tenue puede resultar demasiado discreto o débil, o por el contrario, si se acompaña de un color muy oscuro, algunos lo juzgarían absurdo o de mal gusto.
Cuando estos dos colores se contraponen en un solo vestido, se pueden obtener efectos muy elegantes, gracias al contraste que se logra con ambos.
Tal como Gema Nicolás lo asegura (creador de los vestidos de las imágenes) las ideas de diseño de Cabotine tienen por musas las tendencias que se generan en capitales de la moda como París, Milán, Nueva York, Madrid y Londres. Por ello podemos entender que sus creaciones se dirigen hacia la mujer urbana para quien el glamour y la finura tienen igual importancia en las prendas, sobretodo si se trata de vestidos de este tipo.
En el vestido de la derecha, por ejemplo, la forma de sirena es por demás femenino, lo que significa un elemento suficiente para hacer de él un diseño exitoso. Sin embargo, la mayor parte de la tela es clara, por lo que de no ser por el detalle negro que se ajusta a la cintura, el diseño caería en una tendencia más clásica que actual.
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